Solo que hay días en donde prefiero seguir durmiendo, será que me trasnoche ayer, a lo mejor es vagabundería diría mi madre, eso no lo sé.
Pasa que el sol se mete por mi ventana y parece sacudirme puesto que no hay tregua, trato de engañarlo con mi almohada, pero al parecer, el calor se le suma. ¡Qué vida! -me digo a mí misma-
Pasa el camión de la basura y el perro ladra como loco.
- ¿Cómo se supone que voy a lograr dormir de nuevo?- pienso.
Por un momento ya todo es calma y silencio de nuevo, solo que esta vez soy yo la que no quiere seguir durmiendo. -ironía de la vida-
Continuará---