Tú eliges el lugar de la herida.
A. Pizarnik
I
Afuera un jardín:
la piel de la ausente
florece
II
la carne mía el tejido
la cicatriz de siempre
como decir hombre
como decir ¿aló?
III
(¿y quién puede desvestir
este sol de espanto
sino vos?)
IV
¡Ah, la memoria!
la memoria como una pierna sola
como un brazo que se pudre
simplemente
V
una estratagema
una estadística perfecta
el miedo cantándole a los cuervos
una daga simple y terminal
un cuerpo faltándole
a otro
VI
La metáfora que no logro:
tu nombre alargándose
como la vida.
J. González
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